La entrada está inspirada en las recientes declaraciones del ex-vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales Carazo (período 2007-2011), sobre el incumplimiento y desconocimiento al derecho internacional por parte del Gobierno de Bogotá: Colombia está aún en tiempos de Macondo.
Hola estimadas y estimados lectores. Disculpen que no esté escribiendo tan seguido, pero por motivos personales -asegurando varias victorias para mi vida y mi país-, no he dedicado tiempo para escribir sobre temas tan importantes para Nicaragua y el mundo.
Uno de los libros que leí con bastante esquisitez durante mi último año de secundaria -hace 8 años ya-, fue sin duda "Cien años de Soledad" de Gabriel García Márquez, al que debo el nombre de este blog; un libro que mantiene la atención del lector durante toda la obra; no por nada el realismo mágico del escritor colombiano es Nobel de Literatura -aquí les dejo el enlace para que lo descarguen-.
Sin embargo, lejos de la literatura y de los vaivenes de la política internacional, el 19 de Noviembre pasado, la Corte Internacional de Justicia con sede en la Haya, Holanda, dictó la devolución de más de 200 millas naúticas de la Plataforma Continental Nicaragüense, cercenada por Colombia durante el siglo XX.
Sobre el diferendo de la República de Nicaragua con la hermana Colombia, donde el país más grande de Cenrtroamérica (Nicaragua: 120, 339.54 Km2), recuperó mar territorial ocupado, la reacción del gobierno de Bogotá no se hizo esperar, dando por sentado, que el fallo "había carecido de argumentos legales y desconocido el tratado Bárcenas-Esguerra", este último firmado en 1928 y desconocido por Nicaragua durante el Gobierno Sandinista en la década de 1980.
Llamado internacional a que Colombia acate el fallo
Miles fueron las voces las que hacen el llamado al diálogo y a que Colombia acate el histórico fallo de la CIJ del 19 de Noviembre, donde Nicaragua salió victoriosa con la devolución de más de 200 millas náuticas de espacio marítimo. Juristas, Iglesia Católica y Evangélica, líderes sindicales, escritores, ex presidentes, cortes internacionales como la Corte Centroaméricana de Justicia y periodistas, piden que la justicia y el respeto, fluyan para las buenas relaciones de convergencia entre los dos países latinoamericanos.
Si bien es cierto, Colombia sienta un precedente muy peligroso para la región, recordamos, cuando el ejército de ese país atacó a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, lo que ocasionó duras sanciones y el reclamo de varios países de Latinoamérica. El país sudamericano se disculpó para no seguir menoscabando las relaciones con sus países vecinos, en tanto, el gobierno de Ecuador organizó una alta protesta internacional en organismos como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA-TCP), la Organización de Estados Americanos (OEA), y otras instancias de orden internacional.
Nicaragua siempre a un paso adelante
Fue sorprende la agilidad política del mandatario nicaragüense, al mandar un decreto de "urgencia" a la Asamblea Nacional para realizar maniobras conjuntas entre el Ejército de Nicaragua con los ejércitos de Venezuela, Cuba, Rusia, China y EEUU en los territorios restituidos en la Haya.
No discutiremos los alcances significativos que ha tenido Nicaragua para la región en la lucha contra el narcotráfico y el crímen organizado, al ser uno de los países más seguros del mundo y modelo de seguridad para muchos países del mundo.
En definitiva, Colombia según el derecho internacional debe y tiene que acatar el fallo de la CIJ y no dejarse llevar por ilusiones un tanto ingenuas y desatadas por pasiones de soberbia llenas de imperialismo, sin embargo, Nicaragua ya ha acatado el fallo en pleno derechos de las facultades que le da Naciones Unidas y el derecho internacional.
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